Ahora que ya comienzan a bajar las temperaturas es el momento de preparar y decorar nuestros hogares para que sean más confortables de cara al invierno, para lo cual, es importante mantener el interior a una temperatura adecuada y colores y texturas que nos aporten calidez.
El interior de un hogar debe mantenerse a 24ºC como media, pero si analizamos por estancias el salón es aconsejable 23ºC, dormitorio 21ºC, baño 20ºC y cocina 19ºC; calentar por encima de esa temperatura es un gasto añadido y una pérdida de energía.
El aislamiento de nuestra vivienda (paredes, suelos y techos) debe estar en perfectas condiciones ya que podríamos establecer unas pérdidas comprendidas entre el 25 y 35% de energía calorífica, por lo cual si tras la revisión observamos deficiencias sería conveniente plantearnos un mejora del aislamiento pues redundara en la calidad de nuestra vivienda y una reducción de la factura de la calefacción.
El 30% de las fugas de calor se producen en las ventanas con perfilería deteriorada y cristales mal encajados. Es aconsejable usar silicona y burletes autoadhesivos, si se producen corrientes, procurando airear sólo diez minutos al día.
Para conseguir una apariencia cálida podemos utilizar cortinas gruesas y cortinas con doble forro, son aislantes y conservan el calor de la casa ya que protegen las ventanas, como las chenillas y los damascos. También mantas y nórdicos, fundas, plaids y otros cuya composición y textura definirán la calidez así como la elección de tonos. Junto a la lana destacan por su versatilidad las pieles artificiales, los fieltros, los terciopelos, las microfibras y las mezclas sintéticas, que disponen de una mayor durabilidad y una facilidad de limpieza que las 100% naturales.
Desde Simbiosis Estudio esperamos que estos consejos os sean de utilidad.

